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Los esperamos!!
El sexo oral es una práctica que a la gran mayoría nos suele gustar y es algo que se practica con frecuencia. Resulta muy morboso ya que además se puede combinar con otras prácticas.
En el caso de practicar sexo oral a las mujeres, es habitual combinarlo con la introducción de uno o varios dedos ya sea en la vagina o bien el ano. Incluso se puede combinar con algún juguete sexual como un dildo, por ejemplo.
En el caso de los hombres, el sexo oral viene muy ligado con la masturbación ya que es habitual agarrar el pene con la mano para tener más facilidad al introducirlo en la boca, además de acompañar los movimientos de la boca con la mano.
Son muchos los hombres y mujeres que logran llegar al orgasmo con esta práctica. En el caso de las mujeres muchas veces les resulta más fácil alcanzar el orgasmo con el sexo oral que con el coito.
Para disfrutar al máximo de esta excitante práctica, lo ideal es la postura del 69, porque como decía antes, es placer simultáneo, además tienes doble excitación, la que sientes tu mismo como reacción a los estímulos y la propia excitación de estar haciendo disfrutar al compañer@ y el morbo que te supone practicarle sexo oral.
Para llevar a la práctica el 69, se puede hacer de varias maneras:
Básicamente estas son las 4 variantes que nos podemos encontrar del 69. Luego puede variar un poco aportando un toque diferente, dependiendo del lugar donde lo practiques. Puede ser en la cama, el sofá, el suelo, una tumbona, delante de un espejo, etc.
Además como sabes es una manera perfecta de entrar en materia para luego seguir jugando y disfrutando al máximo del sexo. Es un juego previo de calentamiento muy bueno ya que ambos se exitarán hasta el punto deseado, la mujer logra lubricarse perfectamente para una posterior penetración, lo pueden combinar con otros juegos o prácticas y en general crearán un ambiente sexual perfecto.
Por definición, los afrodisíacos son sustancias que sirven para estimular el deseo sexual. Sin embargo, siguen existiendo muchas confusiones en torno a ello, por ejemplo, el Viagra, no es un de ellos.
Antes de determinar que algo sirve en materia sexual, debemos entender qué es lo que podría hacer éste para funcionar. El sitio Discovery Health se dio a la tarea de descubrirlo. En el caso de los afrodisíacos: ¿qué pasa en el cuerpo y en el cerebro cuando estamos sexualmente excitados? Nuestra actividad erótica está controlada por nuestros niveles hormonales, con la testosterona como llave principal.
Si no hay un correcto balance con esto, entonces las cosas podría no funcionar. Cuando todo está bien, todo cae en su lugar. Esta secuencia inicia cuando miramos, sentimos, pensamos, tocamos, olemos a alguien a quien encontramos sexualmente estimulante.
Las primeras señales son enviadas desde el sistema límbico del cerebro, a través del sistema nervioso, a la región pélvica. Estas señales dilatan a los vasos sanguíneos y esa ampliación permite la erección (en hombres y mujeres, ellas a través de la erección del clítoris). Después los vasos cierran y eso permite que la erreción se mantenga. Al mismo tiempo, el cerebro descarga dopamina y noradrenalina o norepinefrina, dos neurotransmisores que le dicen a nuestros cuerpos que eso es placentero.
Si no hay suficiente testosterona, el interés por el sexo puede disminuir. Otros factores, incluyendo estrés, fatiga y depresión también pueden afectar.
En este marco, ¿qué hacen los afrodisíacos? Están aquellos que crean deseo sexual en el cerebro, y otros que generan deseo, afectando físicamente a diversas partes.
Algunos inhibidores en el cerebro, como el alcohol o la marihuana, también podría crear o permitir el deseo de tener sexo. En ocasiones, solamente pensar en algo puede funcionar como un afrodisíaco.
En ese contexto diversos investigadores han encontrado que cierto tipo de alimentos, hierbas y otros suplementos estimulan la producción de hormonas y otros químicos que afectan de alguna manera nuestra libido:
Semillas de anís. Los antiguos griegos y romanos creían que se podría incrementar el deseo consumiéndolos. Tienen un compuesto estrogénico que puede reportar un efecto similar en la testosterona.
Aguacate. Era llamado por los aztecas “árbol de los testículos” por su párecido con el órgano masculino. Su poder afrodisíaco sólo se remite a su forma. No se ha comprobado nada más.
Plátanos. Además de su semejanza fálica, tiene mucho potasio y vitaminas B que son necesarias para la producción de la hormona sexual.
Albahaca. Por siglos la gente ha creído que estimula el deseo sexual y dispara la fertilidad.
Cardamomo. Es una especie aromática y algunas culturas le daban poderes afrodisíacos además de tratar con ella la impotencia. Puede incrementar la circulación. De ahí tal vez el mito.
Chile. Comer este alimento genera respuestas físicas en nuestros cuerpos (sudar, incremento de la circulación, aumentan los latidos del corazón, etc) muy similares a las que se tienen con el sexo. El chile ayuda a que los dolores disminuyan, como en el sexo también.
Pepino. Además de su forma fálica, se cree que contienen estimulantes que incrementan el fluido sanguíneo en la vagina.
Ajo. Hace tiempo a los monjes tibetanos no les era permitido entrar al monasterio luego de haber consumido ajo, debido a la reputación de éste que incrementa la circulación y se cree que es un fuerte estimulante.
Papaya. Como las semillas de anís, es estrogénico lo que significa que algunos de sus componentes actúan sobre el estrógeno femenino. Ha sido usado comúnmente como un remedio que facilita la menstruación, la producción de leche e incrementando la libido femenina.
¿Y tú, sabes de algún otro afrodisíaco natural?
Cuéntanos lo que sabes.